Concepto de Educación de Personas Adultas
El concepto de Educación de Personas Adultas, o EPA comúnmente conocido, ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En tiempos no muy lejanos, dicho concepto no existía. Tendríamos que remontarnos a las primeras civilizaciones en donde ya se realizaban acciones formativas para estas personas.
En la actualidad, un gran hecho trascendental en la concepción de la EPA ha sido el paso desde una Educación de adultos puramente instrumental, en la que se concebía ésta como un recurso para lograr alfabetizar a las personas que nunca han ido a la escuela, hacía una Educación de Adultos que, sin abandonar su objetivo alfabetizador, pretende incidir en las necesidades de las personas adultas, para que realice procesos de aprendizaje a fin de lograr el mayor desarrollo de sus potencialidades y evitar que caigan en la exclusión social o en el analfabetismo funcional puesto que las nuevas tecnologías en esta era están avanzando cada vez más.
La Unión Europea considera a la educación a lo largo de toda la vida (Educación Permanente) como una de las claves del siglo XXI. Una ciudadanía activa y una condición para la participación plena en la sociedad son actualmente imprescindibles para la consolidación de los nuevos retos de la EPA, o como se quiere aspirar ahora en denominarla Educación Permanente. En la actualidad la educación no es considerada sólo para la infancia y la juventud, el hecho educativo es un proceso que actúa sobre el hombre a lo largo de toda su vida. En definitiva, lo que se pretende decir es que en la educación la edad no importa, o lo que es lo mismo, nunca es tarde para aprender.
Según la Conferencia Internacional de Educación de Adultos V de Hamburgo (CONFITEA V, 1997) la educación de adultos se define así:
“Por educación de adultos se entiende el conjunto de procesos de aprendizaje, formal o no, gracias al cual las personas cuyo entorno social considera adultos desarrollan sus capacidades, enriquecen sus conocimientos y mejoran sus competencias técnicas o profesionales o las reorientan a fin de atender sus propias necesidades y las de la sociedad. La educación de adultos comprende la educación formal y la permanente, la educación no formal y toda la gama de oportunidades de educación informal y ocasional existentes en una sociedad educativa multicultural, en la que se reconocen los enfoques teóricos y los basados en la práctica. La educación de adultos se concibe, en términos generales y dinámicos, en el marco de un aprendizaje a lo largo de la vida”
El concepto de Educación de Personas Adultas, o EPA comúnmente conocido, ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En tiempos no muy lejanos, dicho concepto no existía. Tendríamos que remontarnos a las primeras civilizaciones en donde ya se realizaban acciones formativas para estas personas.
En la actualidad, un gran hecho trascendental en la concepción de la EPA ha sido el paso desde una Educación de adultos puramente instrumental, en la que se concebía ésta como un recurso para lograr alfabetizar a las personas que nunca han ido a la escuela, hacía una Educación de Adultos que, sin abandonar su objetivo alfabetizador, pretende incidir en las necesidades de las personas adultas, para que realice procesos de aprendizaje a fin de lograr el mayor desarrollo de sus potencialidades y evitar que caigan en la exclusión social o en el analfabetismo funcional puesto que las nuevas tecnologías en esta era están avanzando cada vez más.
La Unión Europea considera a la educación a lo largo de toda la vida (Educación Permanente) como una de las claves del siglo XXI. Una ciudadanía activa y una condición para la participación plena en la sociedad son actualmente imprescindibles para la consolidación de los nuevos retos de la EPA, o como se quiere aspirar ahora en denominarla Educación Permanente. En la actualidad la educación no es considerada sólo para la infancia y la juventud, el hecho educativo es un proceso que actúa sobre el hombre a lo largo de toda su vida. En definitiva, lo que se pretende decir es que en la educación la edad no importa, o lo que es lo mismo, nunca es tarde para aprender.
Según la Conferencia Internacional de Educación de Adultos V de Hamburgo (CONFITEA V, 1997) la educación de adultos se define así:
“Por educación de adultos se entiende el conjunto de procesos de aprendizaje, formal o no, gracias al cual las personas cuyo entorno social considera adultos desarrollan sus capacidades, enriquecen sus conocimientos y mejoran sus competencias técnicas o profesionales o las reorientan a fin de atender sus propias necesidades y las de la sociedad. La educación de adultos comprende la educación formal y la permanente, la educación no formal y toda la gama de oportunidades de educación informal y ocasional existentes en una sociedad educativa multicultural, en la que se reconocen los enfoques teóricos y los basados en la práctica. La educación de adultos se concibe, en términos generales y dinámicos, en el marco de un aprendizaje a lo largo de la vida”
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